Cuando me voy de viaje, me encanta pasarme por las tiendas de antigüedades del lugar que visito. Conocer, aunque sea un poquito, el pasado de esa ciudad o pueblo; imaginarme cómo debieron de vivir los antepasados de aquellas mujeres, hombres y niños que hoy caminan por las calles que un día fueron transitadas por, quizás, comerciantes o buscadores de tesoros.
Valladolid tiene la suerte de tener varios de estos rincones donde lo antiguo se protege con tanto mimo, que es una auténtica gozada verlo. ¿Te gustaría saber cuáles son?