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Muriel de Zapardiel en Tierra de Medina

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Ubicada a 74 kilómetros de Valladolid, esta localidad de Tierra de Medina es atractiva por sus paisajes y su iglesia antigua. Es un sitio ideal para disfrutar unos días en contacto con la naturaleza.

Situada en una amplia explanada en el centro del pueblo, una singular construcción que tuvo las advocaciones de Nuestra Señora del Castillo y de San Juan. El subsuelo de Muriel guarda abundantes restos arqueológicos de casi todas las épocas. En el pago ‘Los Villares’ hay restos romanos y en el ‘Labajo el Nudo’ restos medievales.

Su principal monumento es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Su origen militar es todavía visible en la torre que, situada a los pies de la iglesia, presenta un aspecto de torre-vigía, cuya singular escalera de acceso la emparenta con formaciones amuralladas como la de la vecina Madrigal. El templo es de época mudéjar, con triple ábside románico de ladrillo, compuesto por tres tambores cilíndricos decorados externamente con varios pisos de dobles arquillos ciegos de ladrillo. Presentan la particularidad de estar unidos los de los lados por un realce de ábside central. El resto de la iglesia se rehizo en el siglo XVI.

Consta de tres naves separadas por amplios arcos de piedra que apoyan sobre columnas; se cubre con una interesante armadura mudéjar de las llamadas de par y nudillo, sujeta por pares de tirantes. En el lado de la epístola se conserva una interesante portadita en piedra de granito del siglo XVI, de estilo clasicista, con fino almohadillado geométrico. El interior presenta un abundante mobiliario, en parte debido a la magnificencia del licenciado Francisco de Henao, Regente de Sevilla y Oidor del Consejo de Indias, muerto en 1584, cuyo archivo de escrituras y juros, censos y papeles relativos a la iglesia puede verse empotrado en uno de los muros y adornado por portada de estilo clasicista.

En el presbiterio se encuentra un lucillo sepulcral sin bulto funerario, de Juan de la Cárcel, Regidor de Arévalo, muerto en 1468. Los retablos son de los siglos XVII y XVIII. Entre las piezas escultóricas hay que destacar un sagrario del siglo XVI, un Crucifijo en una hornacina del muro, una imagen de San Antón y un Apóstol de la escuela de Gregorio Fernández; y la Virgen con el Niño, de un seguidor de Berruguete.

En la sacristía hay una cajonería de madera policromada. En el lado del Evangelio y en tribuna exenta se encuentra un notable órgano, salido en 1768 del taller que Isidro Gil tuvo en Cervillego de la Cruz. El organero era natural de Muriel de Zapardiel y éste es el primer órgano que salió de su taller.

Al lado de esta iglesia y exenta de ella puede verse una original torre que conserva algunos curiosos aditamentos castrenses lo que hace pensar que pudiera prestar servicio como torre-vigía, pues su singular escalera de acceso la emparenta con las construcciones castrenses de las murallas de Madrigal de las Altas Torres.

A las afueras del pueblo y en descampado también se puede visitar la ermita barroca de La Magdalena.

Foto Vía: cyl.nortecastilla.es

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